La pleuroneumonía infecciosa porcina (PIP) producida por Actinobacillus pleuropneumoniae (App) es una entidad que se propagó entre las explotaciones porcinas a fines de la década del ´70. En la actualidad la infección es endémica en todas las granjas convencionales, solo estando libres las de alto nivel de salud bajo estrictas medidas de bioseguridad que la erradicaron, o las granjas nuevas con alta tecnología que fueron pobladas con genética garantizadamente libre del patógeno.
Desde los ´90 la presentación de la enfermedad fue evolucionando conforme a la evolución de los sistemas productivos y también de las líneas genéticas, que comenzaron a proveer reproductores libres de App o portadores de serotipos de baja patogenicidad.
Hoy existen fundamentalmente dos tipos de presentaciones de PIP: los focos agudos que presentan animales con curso clínico desde hiperagudo a agudo y los focos subagudos a crónicos que presentan animales con curso clínico desde agudo a crónico.
Los focos agudos son característicos de los invernaderos, de los sistemas extensivos de ciclo completo, e intensivos con malas instalaciones y/o manejo desorganizado debido a que generalmente se mezclan animales de distintos orígenes y otros factores. En los engordaderos, al juntarse animales portadores de distintos serotipos de App y portadores de serotipo 1 altamente patogénico, mas el stress que acarrea la socialización, mas las instalaciones que suelen no ser ideales, más otros eventos (atmosféricos, etc.), generan un cocktail de determinantes que frecuentemente producen un foco de enfermedad con alta morbilidad y letalidad. Son conocidos los síntomas del curso peragudo a agudo: anorexia, hipertermia, distress respiratorio y muerte. En los sistemas extensivos de ciclo completo, puede suceder un proceso similar, al incorporar el productor algún lote de cachorros para engordar, o incorporar reproductores portadores de serotipos virulentos sin cuarentenar, o simplemente por estar infectada la granja con serotipos virulentos y desencadenarse fenómenos atmosféricos en forma súbita (cambios bruscos de temperatura, temporales de lluvia, etc.).
Los focos subagudos a crónicos son más frecuentemente detectados en las granjas intensivas con distintas formas de manejo. Casi todas las granjas intensivas, confinadas, desde aquellas con alto nivel tecnológico hasta las de menor nivel, esporádicamente presentan alguna mortalidad o sintomatología compatible con PIP. Esta es fruto de la activación de la infección endémica por App debido a algún factor desencadenante (cambio de temperatura, cambio nutricional, traslado, etc.) que disminuye el nivel de protección inmune que seguramente poseen los animales contra los serotipos endémicos de la granja. Generalmente se produce algún cuadro respiratorio en desarrollo o terminación, dependiendo el momento del ciclo en el cual los animales se infectan, fundamentalmente, del tipo de manejo del flujo productivo. En sistemas bien organizados de producción en bandas, generalmente se presenta en el engorde tardío; por lo contrario, en sistemas menos organizados con alto porcentaje de cachorras y mezcla de edades en recría y desarrollo, tiende a presentarse más tempranamente y extenderse hasta finalizar la terminación, presentando picos de enfermedad coincidentes con eventos desfavorables (climáticos, nutricionales, etc.). Entre la sintomatología más comúnmente observada se presenta tos, respiración de contragolpe, anorexia, con una mínima a moderada mortalidad de animales.
Para el control de la enfermedad existen una serie de medidas a tomar, desde terapéuticas en base a antibióticos, preventivas en base a manejo y profilácticas en base a vacunas, que pueden utilizarse en forma conjunta o alternada, según sea el tipo de explotación y el tipo de presentación clínica de la enfermedad.
Obviamente cuando se detecta un pico de síntomas compatibles con PIP y eventualmente mortalidad con lesiones macroscópicas compatibles, debe instituirse una terapia en base a antibióticos inyectables a la totalidad del lote atacado, al mismo tiempo que se remitirán muestras de pulmón al laboratorio para aislamiento bacteriano y prueba de sensibilidad antibiótica. App normalmente es sensible a muchas drogas, pero también puede generar resistencia a las mismas si se usan en forma continuada en granjas con focos recurrentes, frutos de la infección endémica. Entre las drogas de elección se encuentran: ceftiofur, amoxicilina, florfenicol, tilmicosina, tulatromicina. App es moderadamente sensible a la oxitetraciclina y fluoroquinolónicos, mientras que es uniformemente resistente a la lincomicina y tilosina. La estrategia terapéutica variará según el tipo de explotación y la presentación de los cuadros clínicos. Eninvernaderos deberá administrarse según necesidad, vía inyectable y en forma contínua en ración o agua durante el foco de mortalidad, y en ración o agua en forma pulsátil luego que la mortalidad se frenó. En granjas endémicas se recomienda realizar un perfil serológico a fin de verificar el tiempo en que se produce la infección de la línea, administrando la droga en forma pulsátil alrededor de la fecha, a fin de bajar la presión de infección, intentando evitar el quiebre de la inmunidad poblacional. En caso de producirse focos, se medicará de la misma forma que en el caso anterior.
Las medidas preventivas que deberán adoptarse en granjas infectadas endémicamente con baja morbilidad tienden a aumentar la inmunidad poblacional y evitar que existan quiebres de ésta, que eventualmente produzcan un foco. Entre las más importantes se cuentan: evitar ingresar animales para engordar de orígenes varios; aislar en corrales de cuarentena la entrada de reproductores, tratándolos y chequeándolos adecuadamente; uniformar en lo posible la adquisición de reproductores a una misma línea genética; producción en bandas evitando la mezcla de animales con más de 10 días de diferencia de edad; administración estratégica de antibióticos si se comprueba circulación de App en la línea de producción según perfil serológico; adoptar estrictas medidas de higiene y bioseguridad en la granja y en el manejo del personal.
Existen vacunas para adoptar medidas profilácticas específicas contra la enfermedad. Las hay de dos tipos: las bacterinas serotipo especificas convencionales y las vacunas en base a toxoides y antígenos de membrana externa de App. Estas últimas tienen la ventaja de no ser serotipo específicas, brindando algún tipo de protección contra la infección por cualquier serotipo de App. Es imperativo el uso de vacunas en los lotes a ingresar en los invernaderos donde suceden brotes recurrentes de enfermedad, junto a antibióticos en forma preventiva. Las vacunas ofrecen cierta protección, disminuyendo la letalidad de los focos y el grado lesional, pero no impiden la infección ni la aparición de los síntomas. Por tanto son de uso opcional en granjas bien organizadas, con una producción estabilizada y con una alta inmunidad poblacional.